Todo Lubina

Apreciamos un movimiento sospechoso, luego un ataque a un grupo de diminutos mújoles y lanzamos el pequeño paseante que tenemos anudado en una caña ligerita; apenas un par de toques de puntera y… ¡zas!, una brutal picada nos arquea la caña peligrosamente, ¡y en tan solo dos palmos de agua! Así es la pesca de la lubina en aguas quietas. Así es la pesca de la lubina en aguas someras.

La lubina es un pez con muchos adeptos y con infi nidad deincondicionales en todas nuestras costas, sin embargo ennuestros archipiélagos (tanto en el Canario como en el Balear)no son precisamente unos peces demasiado abundantes, y esamenor presencia le ha restado la fama y el prestigio que poseeen territorio peninsular. Localizar y engañar lubinas isleñasno es tarea fácil; las aguas claras lo ponen más negro aún, yla ausencia de grandes ríos difi culta las concentraciones deestos peces tan típicas en otros lugares. Pero en las islas laspodemos pescar, claro que las podemos pescar, veamos cómopodemos hacerlo, en esta ocasión a spinning.

Otro año más dejado atrás, otro invierno que queda atrás y otro número extra de Federpesca MAR “Todo Lubina” queme permite compartir con ustedes unas placenteras líneas, líneas con las que intentaré resumir lo que llevo aprendido en alguna que otra década pescando estas dos especies, disfrutando de estas dos reinas del invierno. A lo largo de varios años son muchos los montajes que he probado para pescar lubinas y bailas: rabeiras, chambeles -con o sin perlas flotantes-, plomos fluorescentes, anzuelos grandes y pequeños, cebos duros y blandos, tragaderas de todo tipo…, pero al final, sólo al final, me he quedado con unas nociones bastante básicas y que siempre suelen retornar al mismo punto.